Presentando a FRAN SÁENZ
Responsable de Grandes Cuentas de Distribución en ANSELL
«Me llamo Fran, y llevo trabajando para Ansell 17 años. Empecé picando piedra desde muy abajo, cuando casi no éramos nadie en el sector, y he podido ver en primera fila tanto la evolución y profesionalización del sector como la nuestra propia. Hoy en día somos uno de los actores principales en cuanto a la protección de manos, brazos y corporal, tanto en el mundo como en España.»
Trabajas en una compañía con historia ¿Cómo ha sido la evolución de esta?
Ansell es una empresa que cuenta con más de 130 años de historia, siempre relacionada con la industria del caucho. Hemos fabricado desde neumáticos hasta preservativos, pero nuestro negocio principal hoy en día, y desde hace un siglo aproximadamente, es el guante de protección. En los últimos años Ansell decidió diversificar su porfolio de productos adquiriendo Microgard, prestigiosa marca de buzos y accesorios de vestuario de protección desechable, a la cual hemos situado en la vanguardia de la protección corporal.
¿Hace cuántos años colaboráis con Dexis como distribuidor? Y ¿Qué ha aportado a tu empresa?
En presentaciones para vuestros equipos de venta y clientes, yo siempre digo que entre las dos empresas sumamos ¡casi 400 años de experiencia! Pero nuestra relación es algo más joven; empezamos a colaborar con Dexis en Francia a principios de los setenta. En España y Portugal colaboramos con muchas de vuestras delegaciones desde hace más de 20 años.
Dexis nos da mayor visibilidad en sectores estratégicos y, poder contar con un equipo como el vuestro, nos ayuda a ambas empresas a consolidar nuestra presencia en el mercado, no solo directamente con la venta de EPIs, si no con todo lo que aún está por hacerse en clientes de MRO.
¿Qué innovaciones tecnológicas en vuestros productos te gustaría destacar?
Por nuestra dilatada historia, tiene sentido que hayamos sido pioneros en muchos desarrollos que hoy en día son básicos para la protección de manos, incluso para nuestros competidores. Por ejemplo, fuimos los primeros en automatizar la producción de guantes por inmersión (1946), en esterilizar y comercializar guantes para cirugía (1965), en el desarrollo de los primeros guantes mecánicos recubiertos con espuma de nitrilo o en la eliminación de malos olores en los guantes (1990).
Hoy en día nuestro enfoque está centrado, además de en la protección del trabajador, en su confort. Tecnologías propias como Ergoform, Aquadri, Grip Technology, Fortix, Ripel o Zonz, nos ayudan a ser reconocidos por la comodidad que ofrecemos a los usuarios de nuestras referencias.
Además de innovar en producto, también innovamos en servicios, y desde ya, por ejemplo, disponemos de un laboratorio en el que recertificamos los guantes dieléctricos para alta tensión de nuestros clientes, en base a la normativa vigente.
¿Podrías indicarnos alguna iniciativa que hace tu empresa en base a la responsabilidad social corporativa y sostenibilidad?
¡Claro! El hecho de tener fábricas propias, almacenes, centros de I+D+I y laboratorios en los cinco continentes nos hace estar muy cerca de las necesidades e inquietudes de las comunidades locales en cuanto a responsabilidad social corporativa. Por ejemplo, somos una empresa australiana, y colaboramos de manera muy estrecha con las comunidades aborígenes del país; cuidamos de nuestros trabajadores y sus familias, sobre todo en países donde los derechos laborales pueden estar más en entredicho; también colaboramos con diferentes asociaciones benéficas mediante donaciones tanto de material médico y sanitario, por ejemplo, como ayudas financieras directamente.
En Ansell también es muy importante la diversidad entre personas, siendo uno de nuestros mantras más destacados.
En cuanto a sostenibilidad, volvemos a ser pioneros en el sector. El 45% de nuestro mix de consumo energético mundial es ya renovable. Nuestras fábricas de Portugal y Tailandia, por ejemplo, ya se alimentan al 100% con energía verde y estamos adaptando el resto a pasos agigantados. Seguimos reduciendo drásticamente nuestra emisión de gases de efecto invernadero, nuestro consumo de agua y la generación de residuos sólidos no reciclables, teniendo fechas de cumplimiento total muy agresivas (2026, 2030 y 2040).
De la mano de este compromiso podemos hablar también de alguno de nuestros productos sostenibles, como un guante desechable compostable, o de uno de los más vendidos para riesgos mecánicos como el guante 11-840, fabricado ahora con Nylon reciclado (11-842). Hay más desarrollos bajo investigación que llegarán al mercado más pronto que tarde.
No puedo dejar de decir que estamos acreditados por Ecovadis con nivel plata.
¿Cómo se posiciona tu empresa ante las nuevas tecnologías del mercado?
Ya hace años que venimos apostando fuerte por las nuevas tecnologías.
Guardian, por ejemplo, fue una herramienta de auditoría pionera en el sector, mediante la cual auditamos riesgos, costes (visibles y escondidos), accidentes, parámetros de seguridad, etc. Hemos hecho más de 17.000 evaluaciones desde 2010 en todo el mundo, ahorrando a los que confían en nosotros más de 170 millones de dólares. Esa misma herramienta la aplicamos también a la protección química con Ansell Guardian Partner. Con ella ayudamos a que los usuarios del sector químico puedan elegir, de una manera mucho más clara, cuál es la mejor solución para manipular sus químicos en concreto.
Más recientemente hemos presentado al mercado nuestra herramienta de software Inteliforz, mediante la que podemos ofrecer al usuario información sobre sus prácticas y hábitos de trabajo contrarias a la ergonomía, incorporando una serie de sensores al guante.
En Ansell no dejamos de apostar por la investigación y el desarrollo, por lo que casi cada trimestre presentamos al mercado nuevas referencias, mejor adaptadas a las necesidades del día a día, y en consonancia con el entorno.
¿Cómo ves el futuro en la industria?
Pues la verdad, creo que todos hubiésemos deseado que, tras el Covid, los responsables de Prevención y Salud Laboral hubiesen ganado en importancia dentro de sus compañías; pero no ha sido del todo así, por lo que tendremos que seguir empujando para que las empresas den a la prevención de riesgos la importancia que tiene, ya que aún no es del todo visible.
Si la pandemia no nos enseñó lo suficiente en cuanto a lo dependientes que somos geopolíticamente hablando, luego sufrimos el ejemplo de los semi-conductores, el incremento brutal del precio del transporte y más recientemente la guerra en Ukrania.
En Ansell fabricamos en Europa y apostamos por Europa, y seguiremos potenciándolo como hasta ahora en Portugal y Lituania, o incluso más allá.